ASHANINKA

Centro Ecológico Naturista Amazónico Mayantuyacu – CENAM

Mayantuyacu es un centro ecológico en la Amazonía central del Perú, donde se encuentra el río hirviente, una fuente geotérmica sagrada cuidada por comunidades nativas. El lugar, con un área de 263.28 hectáreas, ofrece una excursión por el bosque que revela la cosmovisión Ashaninka y sus tradiciones. La familia a cargo conserva el sitio desde 1997, permitiendo a visitantes nacionales e internacionales disfrutar de las aguas termales y plantas sagradas para sanar. En 2018, formalizaron la concesión de Mayantuyacu, comprometidos con la conservación de la naturaleza y el bosque. Este lugar mágico es conocido como el «espíritu del bosque y del agua»

 

FAUNA

EXPERIENCIA

HISTORIA CULTURA

Los primeros habitantes ashaninkas, los hupa-iya, se ubicaban en las orillas del río Amazonas cerca de la frontera con Brasil. Luego migraron hacia la selva central ocupando territorio amazónico en Perú, en regiones como Ucayali, Ayacucho, San Martín, Pasco, Junín y Huánuco. En la actualidad, hay alrededor de 75,000 ashaninkas en Perú y 118,000 en total, incluyendo a los de Brasil.

Los ashaninkas reconocen la importancia de los bosques como lugar sagrado donde viven en armonía con la naturaleza, manteniendo una relación espiritual esencial para su existencia. Su lengua ashaninka es parte de la familia lingüística arawak, con más de 3000 años de antigüedad. Se esfuerzan por preservar su identidad cultural y su lengua ancestral, la cual ha tenido influencia en el español con palabras como batata, cacique, colibrí o maíz.

La palabra «ashaninka» significa ‘gente’, ‘paisano’ o ‘familiar’. A lo largo de la historia, han enfrentado desafíos importantes como la época de la colonia, la época de la República y el terrorismo. Han luchado por proteger sus territorios, llegando a formar un ejército ashaninka para defenderse del terrorismo y proteger sus tierras.

La agricultura es la actividad principal de los ashaninkas, siendo la yuca su cultivo principal. Además, cultivan maíz, plátano, maní, frijoles, tubérculos nativos, frutas de la selva, café y cacao. La tradición de elaboración del masato, una bebida fermentada, es realizada por las mujeres ashaninkas. Respetan y protegen la naturaleza que les provee de recursos para subsistir.

GASTRONOMÍA

NATURALEZA

Los Ashaninkas son respetuosos del bosque y creen en los espíritus guardianes de los animales, a quienes respetan al cazar. El río hirviente, conocido como “shanay timpishka”, es sagrado para ellos. Según la leyenda, las aguas fueron un regalo de la serpiente yacumama. Los geólogos creen que provienen de glaciares andinos. Los ashaninkas creen en diversos mundos habitados por seres poderosos y los curanderos pueden moverse entre ellos para sanar. Los seres femeninos son árboles y plantas, mientras que los animales son masculinos. Los curanderos lideran batallas contra brujos malignos y utilizan técnicas como las “vaporeadas” y el Ayahuasca para sanar. En el 2008, el Ayahuasca fue declarado patrimonio cultural de la Nación en Perú. Juan Flores Salazar y Sandra Encalada Guerra fundaron el Centro de Estudio de Plantas Medicinales Mayantuyacu, combinando la medicina tradicional con la moderna. El lugar es visitado por viajeros en busca de conocimientos sobre medicina natural. La familia del maestro trabaja unida para proteger este lugar sagrado.